La primera incognita

El espectro se había ido, me dijo que volvería pronto, yo me dormí y espere, pero no volvió, decidí seguir mi camino hacia Uschtenheim, allí encontré a un aldeano alarmado y le pregunté:

- ¿Qué es lo que te pasa? - pregunte viéndole tan alterado.

- He visto como un demonio mataba a unos granjeros a las afueras del pueblo y poco antes vi a un humano con un brazo raro perseguir a un hombre con una espada en la espalda en dirección a la zona rocosa cercana al pueblo.

Le interrogue más acerca de la cuestión, el demonio cabía la posibilidad que fuese el espectro que me acompañó desde el cementerio, ya que se dirigía hacia el pueblo, eso me hizo enojar, había matado a dos aldeanos inocentes, ya le pediría respuestas si le encontraba.
Encontré los cadáveres y seguí la zona rocosa hasta un lugar al que no podía llegar. - ¡¡ESPECTRO!! - grite en vano, no sabia su nombre.
Decidí que a lo mejor le encontraría nuevamente en el cementerio, no tenía nada mejor que hacer, era la única "persona" que conocía y no quería verme muerto.
En el pueblo compre muchas provisiones, un nuevo arco por si me encontraba con el espectro, ya que le había gustado el arma y dos docenas de flechas y lo mejor era que aún me quedaba muchos dinero. Con ese peso adicional me marché hacía el cementerio.