Materialización

era extraño donde había acabado, un bosque olvidado, envuelto por el barro y la desolación.
¿a caso había resurgido de mi letargo solo para presenciar el fin del mundo? me pregunté, aunque negué esta posibilidad. No conocía Nosgoth en toda su extensión, lo mas probable es que estuviese lejos de los pilares nada más... Uschtenheim estaría lejos de mi posición.

Por extraño que pareciese me sentí un poco ofuscado; tenía muchas ganas de probar mi nueva vida, ¿que podría hacer este cuerpo maldito ahora que se encuentra entre la vida y la muerte? ya podría haberme dado indicaciones esa extraña mujer.

Seguí errante, buscando algún camino entre la maleza; fue en ese momento cuando descubrí que no era del todo material. Prácticamente flotaba sobre el cieno, las ramas no me impedían seguir mi camino; tan solo la espesura del lugar era mi único obstáculo.

- ¡por la madre de todas las criaturas de Nosgoth!, ¡¿que me ha hecho?! - aullé con todas mis fuerzas, al menos el habla no me había sido vedado; aunque, por alguna extraña razón me consumí, mis fuerzas menguaron sin remedio, sentí como me abandonaba mi "cuerpo" e iba a otro mundo.

así descubrí, aunque no por mis propios medios, un portal hacia el mundo espectral, algo ajeno y peligroso para mí en aquellos momentos pero que me blindó un nuevo camino que seguir.
avancé con la cabeza bien alta. Desde luego, era un dios.

Poco tardé, caminando por el mundo distorsionado y lleno de almas en pena, en recobrar las fuerzas que había perdido.
Ahora tenía presente una duda, ¿como volvería a materializarme?
Paré unos segundos a reflexionar el tema y fui atacado por la espalda. Una extraña criatura daba vueltas a mi alrededor, esperando alguna respuesta por mi parte. La obtuvo al momento. Le clavé las garras una y otra vez sin darle tiempo a reaccionar, al final mi enemigo se convirtió en un alma más de la que no tendría que preocuparme. Gracias a ello comprendí que podía luchar en aquel lugar, podía defenderme. Todo era según mi voluntad.

- ¿todo? - me dije, y así fue, lo único que debía hacer para cambiar de plano era concentrarme en mi voluntad.
De nuevo en el mundo material, mis energías volvieron a menguar y perdí de nuevo la oportunidad de valerme. Ya sabiendo como materializarme, me preocupaba menos lo que aguardase mi periplo. Estaba dispuesto a probar mi nueva vida con los humanos, nada me detendría.
Seguí mi camino, por el pantanoso bosque.