Vuelta de la fortaleza

No estaba durmiendo exactamente, solo concentré mi mente para no desmaterializarme... Los rayos azules volvían a recubrir mi cuerpo... No podía aguantar más...

Abrí los ojos y Vi como el vampiro se incorporaba

- ya... ya lo sabrás... - le dije y me desmaterialicé sin fuerzas

- eres mío - los tentáculos atacaron de nuevo y me apresaron - me debes lealtad, yo te he salvado del exilio -

- Nada más que mentiras... - respondí intentando zafarme de su ataque

Llegué al cementerio enseguida, estaba con las fuerzas renovadas y bien alimentado.
Sin embargo, lo que me encontré no era para nada lo que esperaba...

Mansold estaba en el suelo, inconsciente o dormido, Asher sentado en el suelo tranquilamente mientras Yohans estaba en el reino espectral, mientras una especie de asquerosidad con tentáculos le atacaba.

Salí corriendo hacia Asher, cogiéndolo de la pechera y levantándolo del suelo...

-Tú, ¿qué narices está pasando aquí? ¿Qué has hecho?

vi un poco como el guardián de la muerte miraba y se materializaba
- bastardo... - dije lleno de ira, ya no tenía posibilidades de sobrevivir

-¿Pero qué?

Entonces caí en la cuenta de que Asher no podía ver lo que le estaba pasando a Yohans.

-Maldición... Siempre me toca a mí salvarle el culo a la gente...

Me desmaterialicé...
Caminé hacia donde estaba el segador... Estaba bastante jodido...
Era mi enemigo, y me odiaba, pero por alguna razón no podía dejar que muriera...

-¿Mé puedes decir qué diablos haces?

Desenvainé la espada y asesté varios golpes a los tentáculos, mientras esperaba a que me respondiera...

Una vez libre caí al suelo, seguía en mis trece de no alimentarme y el reino espectral me daba vitalidad de nuevo. Suspiré, pero volvieron los tentáculos.

- al reino material, Guardian... - le pedí alzando el brazo para que me diera la mano - corre materializame -

Una vez en el cementerio, vi algunas sombras reunidas, tres para ser mas exacta.

No quería acercarme por si me volvían a atacar, por lo que me quede mirando desde lejos, mientras caminaba hacia una lapida.

Note otra vez la misma sensación, me hundía, me fusionaba.

Me sentía enjaulada, estaba en un sitio oscuro, pequeño, con una ventana justo enfrente mio, podía ver las otras sombras desde lejos, pero apenas podía moverme en aquel lugar.
Mire hacia el frente, vi la lapida.
Acababa de fusionarme con la sombra de aquel objeto inanimado, y no sabia como apañarmelas para salir de el.

Todo aquello, era nuevo para mi, no entendía aquel "Nuevo yo", ni porque podía hacer todo aquello, yo nunca había pasado al Mundo Espectral, y mucho menos me había fusionado con una sombra.

-¿Crees que soy un maldito carruaje?

Mientras con la diestra cortaba tentáculos como un loco, con la zurda agarré a Yohans...
Me materialicé en cuanto pude, llevando al segador conmigo.

Una vez en el mundo material le pregunté:

-¿Me puedes explicar qué era esa, esa co... eso?

- nada de lo que debas preocuparte... - le dije, había creído ver a Zalafia en nuestro cambio de plano... Pero allí no estaba... Y en el reino espectral... no, era imposible.

Me desperté, me encontré con Ansher enfrente de mi, me miraba extrañado, yo estaba preocupado por su trasformación. Yohans había desaparecido, de nuevo.

- ¿Estas bien después de lo que a pasado? ¿Donde esta Yohans? - En ese instante apareció Yohans agarrado por krauser.

Expandí mis alas y por suerte, logre salir de la pequeña sombra que proyectaba la tumba, pero seguía en el mundo espectral...

-¿Eso es una respuesta Yohans? ¿Después de salvarte la vida?

El segador me estaba irritando bastante...

Estaba cansada de estar allí, quería salir a toda costa.

¿Aquello era lo que me esperaba, vagar sola por aquel mundo lleno de sombras? No, seguían estando ellas...

Me abalance sobre las tres sombras, gritando, empuñando mi lanza, cuando fui a atacar a la primera, me encontré con un suelo muy duro, y muy real.

La sensación en mi pecho, había cambiado, y el dolor de cabeza, sin duda alguna, había aumentado.

Me puse de pie, con las manos en la cabeza.

-Torpe...No eres mas que eso, con razón siempre se reían de ti, Hahahahaha...- Dije para mi misma, pero con la voz de mi sombra.

- Cállate, si no quieres que te arranque de mi cuerpo y te exilie estúpida sombra de....- Mire hacia el frente enojada, y comencé a oír carcajadas.

Un Espectro, Mansold y el guardián de la muerte me miraban aguantándose la risa, me sulfure.

Un espectro...¿Yohans?

me aparté del guardián pero me caí al suelo

Vi como aparecía Zalafia ante nuestros ojos. Era sumamente extraño... ¿Qué hacía gritando esos insultos sin sentido?
Apenas me di cuenta de que Yohans había caído al suelo. Ese tipo era capaz de cualquier cosa, de modo que no le perdí de vista.

Le hablé a Zalafia...

-¿Qué haces tú aquí?

También Ansher había pasado de mi, estaba acostumbrado, pero pensaba que iba a ayudarme a escarmentar al guardian. De momento como había aparecido de la nada me pareció mejor idea mostrarme sociable. - ¿Qué os a pasado? ¿Yohans porqué as desparecido?, por cierto, hola Zalafia, cuanto tiempo.- Mientras me fui incorporando y me volví a colgar el arco, la verdad es que la aparición de Zalafia de la nada me había sorprendido, pero los vampiros alados tenían sus secretos.

Me levanté y dí un paso hacia Zalafia, pero desapareció como si nada.

Aquello era imposible...Tenía que ir a ver si... No no podía

- los vampiros alados no pueden desmaterializarse... Es imposible.... -

Todos pasaban de mi, yo había perdido a mi principal aliado para escarmentar a Krauser y le tenía delante, Yohans tarde o temprano desaparecería.
Estos últimos días habían sido como recuperar aquella juventud que no tuve, la clase de aventuras que se escriben en los libros, ¡Infiltré a un vampiro en la fortaleza sarafan!, había sido divertido y extenuante, pero debía volver a mi misión original.

Lo primero era volver a la fortaleza sarafan por dos motivos:
Tenía que hablar con Lightning y pedirla perdón por infiltrar a los dos en la fortaleza, pero no podía estar muy enfadada, la habíamos ayudado a salvarla matando vampiros zombies, esperaba conseguir su beneplácito para hablar con la guardiana del tiempo que vivía allí.
Y también debía leer a fondo el libro que había encontrado en la biblioteca del segador, ya que apenas le había empezado.

- Yohans, estos días han sido muy divertidos, pero e de volver al trabajo, te agradezco todo lo que has hecho, pero te advierto que no dejaré que tomes mi alma. - Lo dije seriamente, pero sin ninguna emoción aparente, la verdad es que ahora tenía las cosas claras. - En cuanto a los demás, nos vemos, os deseo suerte, si me necesitáis por algún motivo estaré en la fortaleza sarafan, con Lightning. Si en una semana no os e visto iré a buscaros, cuidaos. - Tampoco abandonaría la practica de la magia, murmure unas palabras y levanté una tumba, eso costaba más, la solté al poco tiempo porque necesitaba todas las energías para el viaje, también esperaba que eso le diera un toque dramático a mi discurso, comencé a andar en dirección a la fortaleza.

- Vae Victus... Compañero... - sonreí, incorporándome muy despacio - un día de estos... Me libraré de los favores que te debo... dile a Vanishka que ya nos veremos... -

El sarafan se giró al pronunciar el nombre de la guardiana del tiempo; yo, bajo su atenta mirada, me acerqué de nuevo al guardián de la muerte y le asesté un puñetazo en la cara, dejando a ambos atónitos.

- No vuelvas a exigirme ninguna respuesta... Ni se te ocurra volver ha hacerlo... -

Me desvanecí después de aquello.

Salí al mundo material, empujada por alguna fuerza extraña.

No sabia como había ido a parar allí, pero algo me decía, que era mi primera y ultima vez.

Todos se habían ido, y solo se había quedado el Guardián de la Muerte...Me quede pensado ¿De verdad aquel ser extraño y sin parpados ni boca era Yohans? ¿Por que estaba tan cambiado?...Se había desmayado al verme, yo, por poco lo había hecho, pero me contuve, sobretodo las ganas de llorar, al encontrarlo así, aquello debía de ser una tortura para el.

Quería verle, preguntarle que le había pasado, en aquellos momentos lo ultimo que quería era estar sola, a pesar de que la voz de mi interior, decía que era mi destino.

Pensé en donde podría haber ido...Los pilares, fue lo primero que se me paso por la cabeza. A lo mejor había ido allí, había intentado destruirlos de algún modo, y había acabado así, por culpa de algún demonio o algo similar.
Siempre metiéndose en líos.

Mi personalidad positivista había vuelto, me sentía mejor, no mucho mejor, pero por lo menos, el aura oscura que antes me rodeaba había desaparecido por completo, exceptuando en mi lanza.

Mire al Guardián de la Muerte y le sonreí.

Alce el vuelo en dirección a los pilares.

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